Cuando la piel pierde firmeza, ciertos rasgos cambian: la papada se vuelve más evidente, el contorno facial pierde soporte y el rostro empieza a verse más fatigado.
Nuestro tratamiento de hilos tensores en La Orotava actúa precisamente ahí, donde la piel ya no se sostiene como antes. Sin necesidad de intervenir quirúrgicamente, permiten reposicionar los tejidos y mejorar visiblemente la flacidez.
Logran un efecto de sujeción inmediata y, al mismo tiempo, estimulan la producción natural de colágeno para reforzar la piel desde dentro.
La mejor parte es que los resultados se aprecian desde el primer momento y continúan evolucionando durante las siguientes semanas.